Mundo Responsive
Los comportamientos humanos y los negocios subyacentes de las empresas se pueden explicar de manera casi integral desde el prisma biológico. Cocinar los alimentos y perder el apéndice es la razón de que tengamos que lavarnos los dientes frecuentemente y que tras una larguísima cadena de sucesos, Procter & Gamble sea un negocio defensivo.
Manteniendo este enfoque, es totalmente comprensible que el auge de la era digital sea simbiótica con el teléfono inteligente. Ciertos patrones actuales hubieran tenido severas barreras de entrada si el computador hubiese sido el único vector de Internet en nuestras vidas. El fenómeno más primitivo y cristalino es el de la pornografía. Es innegable que en este aspecto, la logistica del smartphone supera con creces a las posibilidades del ordenador de escritorio. En este punto pienso, que la superación del equipo de escritorio por el smartphone desató un sinfín de derivadas psicológicas en la esfera individual y en el seno de las familias. Ya no hay más discursiones por usar el único PC del hogar, quizá un nexo débil con el mundo de las familias reunidas en torno a un televisor totémico, y muy lejos de este, los ecos de la hoguera. Pero como siempre, el humano desgarra la realidad y al cabo de siglos, con suerte, puede llegar a extraer alguna conclusión.
Defendida la relevancia de que exista un móvil en cada bolsillo, es prioritario usar esta condición a favor nuestro y por una vez, tener vientos de cola. La piedra fundamental de todas las herramientas automáticas que podamos crear es que operen por sí solas, o que en su defecto, que activarlas sea un proceso muy poco costoso. Por lo tanto, al haber muchos procesos difícilmente programables en su acepción temporal, es esencial contar con los atajos nativos que provea el sistema operativo de tu smartphone. Además, estos cuentan con potentes integraciones y sinergias con los asistentes de voz de los mismos. También bajo tu cuenta y riesgo, por otros motivos, sobre todo, de seguridad. Pero ya habrá una sección para ello.
Por otro lado, lanzar nuestras herramientas desde el ordenador puede suponer cierto “sesgo psicológico” a usarlas. El portátil para muchos es el símbolo del empleo a fuerza de condicionamiento.
Asímismo, los Atajos son una de las “herramientas puente” entre varias aplicaciones que mencionaba en la Introducción de Productividad Personal. Sin embargo, muchas herramientas no se comunican entre sí (Microsoft con Microsoft, Apple con Apple, cada oveja con su pareja) y pese a que a veces se conecten, las opciones son reducidas o inestables. La solución definitiva a lo anterior, a caballo entre la realidad y ciencia ficción, en otra sección.
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